SESENTA AÑOS DE PRESENCIA CALASANCIA
César A. Hernández-Solís
Arquitectura establecida en Sutiava que evocas al Palacio de Torres en tus sesenta años calasancios
con prismas de sabiduría, tesón, enseñanza pan del día,
con creación de escuelas populares, la que recibimos los leoneses ansiosos
para la formación laica, sacerdotal y después profesional como estrella mía.
Las escuelas Pías conducen al joven a una vida de amor
dirigida por los propósitos de San José de Calasanz para la educación.
Cuando estudias en el Calasanz vives en comunión verdadera y con primor
resuelve la confusión del joven, lo prepara para la vida y llena el vacío de su corazón.
San José de Calasanz no fuiste puesto en la tierra para ser recordado
sino , nacido para educar, preparando a la juventud con tu sabiduría para la eternidad
vivistes para ocuparte de la salvación del hombre, del cuerpo y del alma como un legado,
distes el uso más sabio de tu tiempo edificando las escuelas pías, tratadas con benignidad.
Joven si deseas que tu vida impacte en la sociedad
enfoca como un faro las metas (Piedad y Letras) acuñadas como “fé y cultura” para compartir el amor sincero.
Cuando la luz alcance más intensidad, seremos como el láser capaz de atravesar el acero.
Así queremos atravesar los corazones descarriados con la Doctrina Cristiana y con ansiedad.
Tú, milpa verde, cuando recibes los rayos dorados de la luz calasancia, actuaras
como el proceso de fotosíntesis produciendo dulzura, donde veras que el justo y el pobre se amarán
y como grano fértil en la eternidad vivirás,
para hacer cultivares de sociedades justas donde los jóvenes e iletrados con valores cambiarán.
Chilotes tiernos cultivados en las parcelas de la familia calasancia
nutriéndose con cada palabra de Dios en compañerismo,
con mensajes de poder recibidos a quienes permanecieron en el centro desde su infancia,
esforcémonos por alcanzar una comunidad en paz, libre de vicios, seamos paciente con nosotros mismos.
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