LA PALABRA DE DIOS EN MIS 80
José Julio Mínguez Tortajada, Escolapio
"Aunque la higuera no eche yemas y las viñas no tienen fruto, aunque el olivo olvida su aceituna y los campos no dan cosechas, aunque se acaban tas ovejas del redil y no quedan vacas en el establo, yo me exultaré con el Señor, me gloriaré en Dios mi Salvador." (Ha. 3,17-18)
Que la higuera no echa yemas
como siempre las ha echado,
que el olivo ya se olvida
del fruto que nos ha fiado.
En el redil las ovejas
escasean cada día
y no hay remedio que valga
para revivir su vida.
¡Quién te ha visto y quien te ve!
Un árbol con lozanía
dando frutos abundantes
y ahora todo lo olvida.
¡Qué despistes, qué torpezas!
Si miramos su pasado
tenemos que lamentar
estos baches y estos fallos.
La verdad es que una vida
empieza el hombre maduro
y van por otros caminos
las higueras y sus frutos.
El sentido de la vida,
el cariño de un anciano,
su comprensión y experiencia
¿Son tesoros valorados?
Una persona mayor
da frutos de convivencia,
manos de fraternidad
en la familia, en la escueta.
Es una etapa muy linda
tan nueva como jugosa
siempre que el hombre se centre
en la vida que le toca.
Lo vivido ya pasó,
lo real es aquí, ahora.
Lo que cuenta son los dones,
las vivencias que desbordan.
Exultaré en el Señor,
me gloriaré de esta etapa,
aunque falten los racimos
y las ovejas se acaban